domingo, noviembre 12, 2006

En la playa de los naufragios

El Mar de Hielo. Friedrich


Una semana hace que no escribo. Retorno al blog como si volviera de un largo viaje por lugares lejanos y desconocidos.

Amado blog, o lector sin rostro que le das la vida.... si perdí el contacto contigo, si no estabas en mi alma mientras yo vivía...¿como explicarte lo que no viste conmigo? ¿como hablarte de lo que ni imaginas?. Las palabras resbalarán como lluvia por tu cara y formarán pequeños charcos redondos junto a tus pies. Bastará con que te muevas al dar un paso y ya quedarán atrás, como si nunca hubieran existido.

Es como encontrarse con alguien a quien amaste hace años, una antigua novia quizás, o quizás tu anciana madre, o el gran amigo de la infancia, ahora ya maduro y con hijos crecidos. Todo cambia, aunque no cambie nada. Y a veces el diálogo, hasta con quienes fueron casi tu mismo, se vuelve imposible. La gran felicidad que esperabas en el reencuentro se torna incómodo silencio.


Estoy aquí. Estoy ahora. No merezco el amor mas que otro cualquiera, ni el sufrimiento, ni la pena. Ni mas ni menos. ¿Merecer? ¿Y que significa?. La justicia es un invento de los hombres y existe solo mientras ellos miran. Todo lo que no es humano no es justo ni es injusto, ni lo fue jamás, ni lo será nunca; solo es lo que es, sin apellido alguno.

Nacemos en cada momento nuevos, libres, transparentes, sin culpa ni mérito. ¿Por qué no lo creemos? ¿Por qué nos aferramos a una falsa identidad? El karma lo inventó nuestro miedo al vacío. El karma: la carne y la sangre con los que moldeo lo que imagino ser. No lo soy, ¡y está bien! pero ¿por qué lo imagino? ¿que me falta?¿que busco que no tenga ya?

Querido blog, o lector sin rostro que le das la vida, sigo aquí, incomprensible, triste y alegre a un tiempo, siempre en lucha, ganándola y perdiéndola. Aquí sigo, en el borde de las cosas, siempre de pie en la playa de los naufragios.

No hay comentarios: